Los Weasley

-¡Mira lo que te eh comprado, Audrey!- Espeto acercándose a ella, aprovechando que Madame estaba haciendo su trabajo en otro lugar.
-¿Es para mí?- Pregunto a niña apreciando a la lechuza de color dorado platinado, era muy hermosa.
-Considéralo un regalo de cumpleaños.
-Pero Hagrid, no estoy de cumpleaños.- Rio Audrey algo confundida, pero a una divertida manera.- Cumplo el 04 de octubre.
-Bueno, entonces es un regalo adelantado.- Se corrigió Hagrid algo sonrojado.
-Gracias, es una linda lechuza… voy a llamarla, Keith.- Le dijo acariciando su cabecita, la lechuza picoteo amigablemente el dedo de Audrey.- Ah, el señor Potter ah pasado por aquí, nos ah invitado a cenar con ellos en el Caldero Chorreante.
-Asombroso, claro que estaremos ahí, pero primero… tenemos que apresurarnos a comprar lo que nos falta.
Madame Malkin, les entrego las túnicas y salieron hacia la tienda de La Botica Slug & Jigger, compraron el juego de redomas de vidrio, el caldero y el telescopio, luego… se acercaron a la tienda de Ollivander’s, el dueño –Ollivander-, era un anciano que apenas podía levantarse y caminar hacia ellos. El lugar estaba lleno de pequeñas cajitas apiladas que llegaban hasta el techo.
-Haber, que es lo que mis queridos clientes están buscando, Hagrid.- Dijo atropellando las palabras y dedicando algo así como una sonrisa.
-Ella necesita una varita mágica, alguna que le pueda servir…- Hablo Hagrid por ella.
-Veamos… extiende tú mano pequeña.- Audrey obedeció algo dudosa, ¿En qué ayudaría eso?, le midió de su cuello a su brazo, del brazo a la pierna, del tronco al brazo- Hmm… interesante, déjame ver que tengo por acá.
Se toco la barbilla pensativo y comenzó a registrar las pequeñas cajitas, saco una gran pila y las coloco junto a él.
-Prueba esta, roble, nervio de corazón de dragón, 34 centímetros, agítala… vamos.- Ella lo obedeció, pero nada paso.- Hmm, prueba esta… Sauce, polvo de cuerno de unicornio, 24 centímetros ¡vamos, agítala!- Espeto con emoción, Audrey de nuevo la agito, nada…- Prueba con esta, acebo, cola de Fénix, 28 centímetros… flexible. ¡Vamos!, ¡vamos!- Esta vez algo sorprendente ocurrió, un pequeño rayo de color azul salió de la varita, Ollivander alzo las cejas.- Impresionante, la réplica exacta y original de la varita que eligió a Harry Potter en su primer año, acebo, Cola de Fénix, 28 centímetros, es conmovedor… pequeña, tienes valor.
Ella trago saliva, sonrojándose con timidez.
-Bien Ollivander, sí que sabes hacer tu trabajo.- Lo alago Hagrid dándole un golpecito en la espalda, el pobre anciano se sacudió por completo.- Ups, disculpa.
Luego de que hubiese hecho sus compras, se dirigieron hacia el Caldero Chorreante… tenían dinero suficiente para desperdiciar y para pedir una habitación solo para Audrey, ya que Hagrid solo se quedaba para cenar, asuntos de Hogwarts…
Le había tocado la número 30, era una habitación muy bonita y acogedora, tenía una cama individual con sabanas de seda blanca a un lado, una chimenea que cuando entro… se encendió mágicamente, una ventana donde podía ver el callejón Diagon y todo lo que tiene un dormitorio común.
Minutos luego de que Hagrid saliera a tomar un trago y hablar con el tabernero, alguien toco la puerta de madera, antigua y llena de pequeños huecos.
-¿Hagrid?, dejaste la llave o que.- Le pregunto Audrey con ironía, sin respuesta… Audrey deposito su varita, la cual agitaba con entusiasmo y se apresuro a abrir la puerta, era Lily.
-Hagrid me ah dicho que estás aquí, nuestra habitación es a dos de esta, ¿Vienes un rato?, te presentare a mi primo Hugo.- Ella dudo por un segundo.
-Solo unos minutos, tengo que acomodar todo esto.- Lily le sonrió.
Salieron al estrecho pasillo y con sigilo, se metieron en la habitación 32, había cuatro camas, dos estaban vacías, una tenía muchas cosas encima y en la última había un niño y una chica, discutiendo.
-¡Estaba justo ahí, como no te vas a dar cuenta si Crosshair salió o no!- Espeto la chica de un cabello cobrizo rizado, tenía largos dientes y una piel blanca.
-¡No le prestaba atención!, Widget había orinado en la alfombra y tuve que limpiarlo.- Se defendió el flacucho, algo parecido a Carl, pero con cabello rojizo y en vez de ojeras, tenía pecas.
-Esa estúpida rata no hubiese venido aquí, se orina en donde sea.- Le reprocho la chica en un gruñido.
-No le digas estúpida, Crosshair es un gato inútil.- Los dos se gruñían mutuamente.
-Rose, Hugo…- Llamo Lily su atención, aguantando la risa, ellos se volvieron bruscamente.
-¿¡Que!?- Exclamaron al unísono, al ver a aquella rubia junto a ella, se pusieron firmes y aclararon la garganta, avergonzados.
-Ella es Audrey Cyrilhood, primer año en Hogwarts. Audrey, ellos son Rose y Hugo Weasley.